Poemas


MIS POEMAS: AMIGOS, ESTOS POEMAS LOS ESCRIBÍ CON MUCHO AMOR, PARA MI AMADA ESPOSA, POR ESO, EL LENGUAJE DE ELLOS, (LEELOS CON RESPETO) PERO TAMBIÉN ESCRIBO POEMAS PARA MIS AMADAS HIJAS, Y OTROS MÁS, NO TIENES QUE DECIR NADA SINO TE GUSTAN, SÓLO ME GUSTA ESCRIBIR DE VEZ EN CUANDO Y EXPRESAR MIS SENTIMIENTOS. DIOS LES BENDIGA.

Carta de Amor
Desde que te conocí, me cautivaste; tu sonrisa me llenó de alegría, tus labios me incitaban, cual fruto prohibido, apetecible y deliciosos; tus ojos, negros chispeantes, cual ventana del alma, ansiosos, me gritaban que te amara.
Tu cuerpo; cual hermosa guitarra, me cautivaba; tu cuerpo, cual lava de volcán, me quemaba, toda tú me llamabas, ardiendo de pasión.
Tu interior, fue lo que terminó de cautivarme, pues, con tu forma de ser, me enseñaste, la bondad y el amor.
Por todo eso, amada mía, fue que te enterraste dentro de mí ser, ahora, como arrancarte de mi corazón, si con el tuyo, el mío se fusionó.

Mi universo
Como el sol, que nos da vida y calor, así eres tú, preciosa amada, me desnudas con tu calor, pero cubriéndome en mi alma, y con tu calor, llenándome de vida; pues tú eres, 
 ¡mi sol de vida!
Como la luna, cuando por las noches nos ilumina, llena de amor y de  pasión, así eres tú mi amor, que con tu cuerpo me llenas de pasión, y con tus besos, me llenas de tu amor, llevándome a la locura de tu pasión; pues tú eres, 
 ¡mi luna de pasión!
Como la estrella, que hermosa resalta sobre las demás; que con su luz incitando parece por las noches a que la amen las demás, así eres tú, mi estrella, incitándome con tu hermosura y con tu luz, amarte más; pues, tú eres, 
¡mi estrella especial!

Sobre la hierba verde, en la penumbra de la noche, con la luna de testigo, te llamo con gemidos en la luz de mi silencio herido.
Te recuerdo sobre este hermoso cielo, cubierto de estrellas y cuando yo te miro, sobre el gran firmamento, todas las estrellas pierden su belleza; pues, por tu culpa, las opacas con tu belleza, y destruyes su grandeza.
Luna hermosa, que iluminas mi pensamiento; pero tú misma te opacas, cuando de mi amada, el recuerdo traes a mi pensamiento.
Estrellas hermosas, que brillan por la noche, cual me alumbran en mi penumbra, de mis adentros traen el recuerdo de mi amada; acaso, reflejada en la belleza de una estrella se encuentra mi amada; ¡no! mi amada, a las estrellas opaca con su mirada.

Pensar en ti
Hoy desperté pensando en ti, ¡oh que grato! puedo sentir tu olor; sin embargo, ¡oh vida! te busco, mas  no estás a mi lado, ¡mi triste realidad! me fui pensando en ti, todo el día pienso en ti, ¡oh Dios! llegó la noche, ahora te siento en la brisa, el aire que me roza son como tus caricias, el olor del aire me recuerda de ti, de tu amor, ahora  es el tiempo de dormir, en la oscuridad de la noche que me cobija con su manto de estrellas, te imagino en mi mente, todo tu cuerpo lo recorro con mis pensamientos, te imagino deseosa de ser amada. Tengo sed de ti, cual árbol que plantado, así me encuentro yo, pensando en ti, cual panal con miel que hacen las abejas sobre un árbol de exquisito olor, y se confunden con su sabor, así la miel de mi amor, miel que se desborda por tu amor, pues no estás para  que disfrute de su sabor, donde está mi esposa que disfruta de este amor.

Los fantasmas
Llegó la noche, y con ella los fantasmas de mi realidad, ellos gritan en el silencio de la noche, a los oídos de mi mente, comienzan a perturbar.
Ya aparece el primer fantasma, ¡la soledad! Ella me rasguña en la oscuridad de mi mente, ¡estás solo, solo y abandonado estás!
Junto a mi cama otro fantasma parece atacar, ¡la tristeza! ¡Llora, llora tu soledad! Eso me dice en la oscuridad.
Otro fantasma que llega por detrás, ¡la desesperanza! ¡Solo, solo, estás!  ¡Llora, llora, tu soledad que esperanza no tienes ya!
Sobre mi cabeza aparece el peor de todos los fantasmas ¡la muerte! Quien sonriendo grita ya, ¡solo, solo, y abandonado te vas ya! Llora, llora, esperanza no tienes ya, pues tus amores ya no están, ¡muere, muere, pues solo estás!
Que mentira !pues solo no estoy! mis fantasmas, alrededor conmigo están.
Dónde estás
¿Dónde estás? Te busco en la eternidad de mis días, y no te encuentro.
¿Dónde estás? Te busco entre mis pensamientos y ahí estás.
¿Dónde estás? Te busco y no te encuentro.
¿Dónde estás? Te busco en mis sueños y ahí estas.
¿Dónde estás? Te busco en nuestro lecho de amor y ahí estás.
¿Dónde estás? Te busco y no te encuentro.
¿Dónde estás? Te he buscado en la eternidad y en mis pensamientos; te he encontrado y te he hecho mía, te he buscado en mis sueños, y te he hecho mía, he probado las delicias de tu miel, te he llenado toda de mí.
¡Desperté! ¿Dónde estás?

Gemir de pasión
Cual león, que por la selva derrama su olor, llamando a su hembra con gemidos de desesperación, para llenarla de su pasión; así también, se encamina mi amor, derramando de su olor, un gemido de pasión, buscando con desesperación, llenarte de su amor, y con gemidos de excitación, exclama: ¡aquí está tu amor! 

Mi pequeña
Llegaste para llenarme de alegría; de Dios fuiste el regalo de luz que le dio felicidad a mi corazón; de Dios fuiste ese manantial de amor, que me dio fuerzas a mi corazón; toda tú, mi pequeña eres especial, porque eres luz de mi corazón. ! Te amo!


Carta para un ángel
Del cielo, tres tesoros, Dios me envió; sin embargo, por su amor, un angelito más me regaló; angelito de mi vida, ahora tu sonrisa es fuente de alegría en mi corazón, tus pasitos son fuerza para mí, tus ojitos, chispeantes y alegres, son mi luz, pero con todo, tus simpáticas palabritas y tus abrazos, son las que producen amor en mi corazón, toda tú, mi pequeña eres la luz de mi corazón. 
Tu papi.
 
Mi Jardín
Tengo un jardín, es el más hermoso, pues en él, cuando pienso, yo me gozo. ¡Dios Bendito! Cuanto gozo, de mi jardín hermoso.
Cuatro flores resaltan de mi jardín, todas rosas hermosas. Más de color, diferentes son. Blancas, rojas, amarillas, rosadas, colores variados son mis rosas, pero todas hermosas.
Cual paisaje perfecto, hacen que se  vean mis flores preciosas, cual rocío de la mañana son mis flores hermosas, pues ellas, refrescan mi existencia.
¡Quién soy yo! Que un jardín tan hermoso, Dios me dio. ¡Bendito Dios! ¿Por qué yo? No lo sé, más en mi jardín hermoso, todos los días yo me gozo.
Gracias Dios por mi jardín, te pido que mis rosas  jamás se marchiten. Que su perfume siempre esparza y que con su belleza  ¡hijas, alegren mi existencia!